domingo, 15 de abril de 2018

Paseantes



Lima, la ciudad en donde camino diariamente, es el escenario y yo su personaje, no quiero entrar en detalles, solo disfrutemos de la canción como si fuese el soundtrack de nuestra película favorita. Ahora, imaginemos que nunca dejamos esas calles, que la luz permanece entre nosotros, que el bullicio aún es nuestro y que tus manos acompañan las mías, imaginemos que hemos llenado la ciudad de algo nuevo, algo que transformo el cemento por la botánica de nuestros cuerpos.

10

Tus ojos son las flores más tristes de esta hora.
Y con hilos de música te tejerán los pájaros una niebla rosada.
No. Ahora tú no existes. No podrás existir. Has volado
como un cielo a otro cielo, a otra brisa, a otro bosque.
Podrían crearte mi vista, mis sentidos todos, pero es
vano todo mi empeño de sueño o realidad porque tú ya no
vives ni en la niebla vaga, ni en dura tierra.
Amo este estar amándome a mí mismo. Hasta qué punto
el cielo es fácil y es certeza. Amo crear un dolor nuevo
que es casi una alegría.
Yo insistiré en que no me creerás nunca. En que no me
van a creer nunca.

E. P. B

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