El fin de semana nos juntamos con mis amigos de Perufotoguia para practicar la técnica de Strobist, está se caracteriza principalmente por el uso de
los flashes de zapata, a los que se les acopla un
disparador remoto (en inglés triggers). Estos
permiten separar el flash de la cámara para proporcionar fuentes de luz
artificial sin tener que invertir en costosos equipo de estudio.
Modelo: Vidalia Pizarro Locación: Lomas de Lachay |
Luz dura, luz suave
Aunque podríamos dedicarle un tratado
completo a este punto, quedémonos con lo más elemental e importante: la
diferencia entre luz dura y luz suave. La primera produce una sombra muy
oscura, con una zona de transición entre la luz y la sombra muy definida, dando
como resultado una imagen muy contrastada. Se consigue con fuentes de luz
pequeña (como el flash de la cámara) o alejada del sujeto (como el sol). Cuanto
más pequeño sea el tamaño de la fuente en relación al sujeto, más dura será la
luz.
La luz suave, por el contrario,
produce unas sombras no tan oscuras, unos contornos poco definidos e imágenes
con menos contraste. Una gran ventana (fuentes de luz grandes o cercanas) sería
un buen ejemplo. Además de la dureza, hay que tener en cuenta el color y la
dirección de la fuente de luz, variables que inciden en la dirección de la
sombra que ésta produce.
El
flash
He aquí el alma del strobist, el flash, pieza
a la que podríamos dedicar varios artículos. Y es que la actual oferta de
flashes compactos de mano es tan amplia que es realmente complejo decidir cuál
es el que mejor se adapta a las necesidades de cada uno. La aparición en el
mercado de marcas como Yongnuo o Nissin -más económicas que Canon y Nikon, por
ejemplo- ha acercado esta técnica a un mayor número de gente, algo clave en su
popularización.
Cualquier flash es válido para hacer strobist,
pero vayamos un poco más allá. La mejor opción es aquel que tenga los modos
TTL, manual y de disparo a alta velocidad, que sea lo más potente posible y que
integre una entrada para alimentación por batería externa.
Una recomendación para empezar: el Yongnuo YN-568
EX. Cuesta unos 150 euros, tiene la máxima potencia para este tipo de flashes
(un número guía equivalente a 58) y puede sincronizarse con una velocidad de
disparo de 1/8.000 de segundo.
Disparadores de flash
Pieza clave en el rompecabezas del strobist,
el principio del disparador del flash es simple: necesitamos un emisor de señal
de disparo en la cámara y un receptor de esa señal en el flash. Una evolución
importante de estos aparatos ha sido la incorporación de la señal de disparo
por radiofrecuencia, eliminando la necesidad de que ambos dispositivos "se
vieran", como ocurría con los disparadores infrarrojos. La radiofrecuencia
permite un alcance de hasta 500 metros.
Lo ideal sería un sistema de este tipo con una
potencia de 2,4 GHz, que permita configurar grupos de disparo y canales de
señal, que disponga de zapata para flash y salida de cable por sincronización,
que ofrezca disparo en alta velocidad y sobre todo que sea TTL, para
controlarlo todo desde la cámara o el propio disparador.
Así es como nos organizamos para hacer la sesión de fotos:
Una persona ayuda con la iluminación usando un flash y paraguas para que la luz no sea muy fuerte |
Los fotógrafos tienen acoplado a sus cámaras unos disparadores (radios) que sincronizan con el flash y paraguas |
La iluminación puede aplicarse como mejor lo crea conveniente el fotógrafo |